Su labor es imprescindible para que el público esté siempre informado, pero en algunas ocasiones las dificultades son máximas. Casi diez personas con sus respectivas cámaras y accesorios en apenas metro y medio de pasillo, durante la presentación el pasado martes de la restauración del claustro de la catedral de Cuenca. Así se hace muy difícil hasta sentarte.
Foto: Pacheco
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