-¿Cómo llegaste a España Directo?
Una compañera de Canarias Directo estaba trabajando en España Directo, le mandé un currículum adjuntando videobook y al cabo del tiempo me convertí en la segunda canaria en la historia del programa.
-¿Qué es lo que más te choquó al llegar a un programa de referencia nacional en televisión?
Yo pensaba que la gente iba a ser diferente con una actitud altiva y encontré que eran iguales que yo. Trabajan y disfrutan de sus amigos sin mirarte por encima del hombro. Desde el primer día me trataron muy bien y sentí supercómoda, recuerdo al llegar a Mercedes Torres muy cercana y normal conmigo, estaba como en casa.
-¿Conoces Cuenca?
Sí, pero sólo de trabajo. Una vez fui a grabar al nacimiento del río Cuervo, la grabación se complicó ya que allí no había nadie para poder entrevistar por el frío. Por Cuenca capital he pasado pero nunca he podido parar. El caso es que quitando las islas Baleares, he estado en todas las provincias de España, pero siempre con prisas. Me gustaría dedicar un año de mi vida en volver a estos sitios y verlos bien.
-¿Cúal es tu consejo para tantos periodistas que desearían llegar dónde tú?
Que no piensen que por no dar el salto a un medio nacional van a estar peor profesionalmente. La mayoría de los temas que hacemos en España Directo vienen de fuentes de medios locales, creo que son imprescindibles para poder hacer bien nuestro trabajo. A mí me apeteció dar el salto por aprender otras cosas y moverme, aunque al final pienso que hago lo mismo que puede hacer un periodista local pero desplazándome por toda España.
-Pero ¿no piensas que has ganado en el ámbito económico con el cambio?
Ganas más, pero no mucho más. Nosotros somos también hormigas obreras, no ganamos el pastizal que pueden llegar a obtener algunas presentadoras de otros programas.
-¿Cómo miras al futuro?
Yo me veo en la calle, no me gustaría encerrarme en una redacción ni presentar, quiero que me de el sol. Soy callejera por naturaleza, un icono en el que siempre me fijé es Rosa María Calaf, ves que no a perdido la ilusión por este trabajo. El caso es que los jefes me dicen que siempre me enamoro de mis personajes.....no puedo evitarlo.
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